Construir un futuro irresistible. Ese es el rol del CIO en la "Era Digital". Un futuro que movilice y motive al equipo para que todos trabajen coordinadamente hacia un objetivo en común.
Para lograrlo, es necesario despojarse del traje de bombero que
apaga focos de incendio. La idea es construir un propósito concreto,
simple y movilizador, validado o redefinido con los pares cada vez que
se requiera, respondiendo dudas tales como: ¿qué áreas del negocio
serán exitosas con su implementación?, ¿es creíble y movilizador para
el equipo?, ¿es útil para tomar decisiones? y ¿qué pasaría en momentos
de crisis?
El camino para construir ese futuro, ese propósito irresistible, está en
la elaboración de un Plan Estratégico TI (PETI), cuyo objetivo es la
transformación organizacional a la que aspira el negocio. Un plan hecho
para construir confianza través del éxito.
No basta que el CIO esté atento a las emergencias de lo cotidiano. Hoy,
él y su equipo tienen la necesidad de customizar y manejar una amplia
gama de nuevas herramientas que agreguen alto valor al negocio.
En esta perspectiva, un buen PETI se rige por algunos principios.
Evitar, por ejemplo, partir con mega proyectos. Comenzar por componentes
pequeños de alto impacto y significativos para el negocio. Si hay que
abordar proyectos gigantes hay que comenzar por los pequeños para
avanzar. Así se va ganando confianza, visibilizando paso a paso los
logros, empoderando día a día el rol de liderazgo.
Por eso es importante que se definan las metas. Aquí el control es
fundamental para llevar el catastro del cumplimiento de las metas, del
presupuesto, del tiempo, etc. Este control sirve para responder a los
usuarios de TI que por lo general, tienen la sensación de que los
proyectos están atrasados en sus tiempos de ejecución. Y la única
manera de demostrar su error, es entregarles un informe cuantitativo y
cualitativo de los avances que grafican que el negocio se está moviendo
hacia los resultados que se esperan.
Importa también que más que preguntarse cómo adoptar la tecnología al
negocio, la interrogante es qué se gana con el proceso que se quiere
transformar. Acá hay que identificar cambios en procesos y cambios en
personas. Estos últimos son muy difíciles y requiere de cooperación de
los departamentos de Recursos Humanos.
Para movilizar a la organización tras ese propósito, es necesario
despejar si existe suficiente “capital político” para lograrlo; esto
no se impone, se negocia. Además es importante saber qué competencias
son requeridas para dimensionar, liderar y lograr las transformaciones.
En esta dinámica, la comunicación entre los pares es el puente del
aprendizaje a través de la experiencia: invertir en conocimiento,
promover los talentos y en la capacidad de influir en las mesas de
decisiones. Hay que seducir no sólo a los pares también al directorio,
usuarios, a marketing, etc
Alrededor del 20% de los proyectos no llegan a ser usados por las
organizaciones, por esto hay que tener en cuenta que los PETI no
entregan funcionalidades sino usos efectivos. El uso y los resultados
de las tecnologías no se deben a las funcionalidades. Por lo tanto hay
que enfocarse en los “usos efectivos” que sí van a agregar valor como
lo son las condiciones organizacionales; utilidad percibida; facilidad,
actitud e intención conductual de uso.
El CIO es quien tiene que crear ese futuro irresistible. Ser un
seductor, porque es quien debe influir para que las cosas funcionen
porque mucho de los temas en los que se quiere innovar demanda la
autorización de terceros. Se debe hablar del futuro como si fuese una
realidad. Movilizar a los equipos desde la pasión, desde el deseo de
seducir, pensando en grande, pensando en agregar valor a la
organización.
Conoce más sobre Plan Estratégico TI aquí - ¿Te interesó? Contáctanos
Conoce más sobre Plan Estratégico TI aquí - ¿Te interesó? Contáctanos
No hay comentarios:
Publicar un comentario